
He saltado de una cálida cucharita con mi amante en la cama a un cucharón de puchero con un desconocido en el metro. Qué horrible manera de empezar el día, entre traqueteos ajenos. Que sí, que el tren se movía mucho, pero para el cincuentón con chaqueta de pana marrón que había detrás mio y quedaba reflejado en el cristal de la puerta, mucho más todavía! Sólo han sido tres paradas lo que ha durado el trayecto, pero a mi me ha parecido una eternidad. Como si el calor, el olor y el roce 'normal' de la gente no me produjeran bastante ansiedad, esta mañana he tenido que ir a parar delante de un 'restregón'. Almenos no me ha llegado el olor de su aliento, que entonces sí que hubiera yo explotado. Llevo todo el día malhumorada con el tema, con esta 'violación' a cuerpo vestido matutina. Y es que no para de venirme a la cabeza una secuencia curiosa... El cincuentón se convierte en un perro follándose a una chaqueta de pana... como hacía mi perro con su alfombra. Ecs!
June
3 comentarios
June -
Juan, no sabía como explicarlo mejor sin dar detalles escabrosos... :)
Juan -
Gracias a la foto.
Rojo Dos -